domingo, 14 de agosto de 2011

Me encanta... Me encantas.

Me encanta tenerte cerca, sentir que estás ahí y que no te vas a ir.
Sentir como me miras es una de las sensaciones más bonitas que se han inventado.
De verdad que no te puedes hacer una idea de lo que siento cuando me miras así, de esa forma que solo tu sabes... es algo inexplicable.
Mi corazón se acelera, la piel se me eriza, me pongo colorada y sonrío sin darme cuenta.
Me encanta que me hagas sonreír así, sin darte cuenta, sin darme cuenta.
Porque cada vez que te veo, no importa si estoy bien o estoy mal, o cuanto intente odiarte en ese momento, siempre se me acabará escapando una sonrisita tímida que me delatará, que delatará cuanto siento aún por ti.


Me encanta verte todos los días, y que sonrías cuando me doy la vuelta. Porque lo sé.
Hay días en los que se me hace más duro verte que de costumbre, pero no por ello voy a dejar de hacerlo.
Los días en los que no te veo no puedo evitar intentar buscarte, aunque se que si no estás ahí es porque estarás en otro lugar, donde tú y yo sabemos. Donde me gustaría que no estuvieras por encima de todo.
O donde querría que estuvieras, pero solo si es conmigo.



Me encanta que hables de mi, cuando lo haces bien claro.
Me encanta porque eso significa que por un momento, aunque sea pequeño, has pensado en mi.


Me encanta recordar cuando me besabas, y luego te quedabas mirándome en silencio, como si solo existiéramos tu y yo en ese instante. Como si fuéramos a quedarnos así para siempre. 
Tus besos... no sé que voy a hacer ahora sin ellos.



Me encanta... Me encantas.

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