- Hace veintiún días, ocho horas, dieciséis minutos y veinticuatro segundos que te estoy esperando.
- ¿Y qué quieres decir con eso? En mi caso hace más de diecisiete años, casi dieciocho que te espero y nunca me he quejado.
[...]
- Quería ver cuánto tiempo eras capaz de esperarme.
- Si tenías que llegar un día, te habría esperado toda la vida pero en estos momentos, sé que no llegaras y si llegas volverá a pasar lo mismo de siempre, la misma sensación y la misma angustia.
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